La historia de kalber
Allá por el 2007 Nicolás Vinti era un joven estudiante de la carrera de ingeniería química. Sus ganas de lanzarse a la experiencia, mezclado con un poco de curiosidad, lo llevó a buscar y encontrar una receta: un paso a paso llamado “Primera birra”. Con equipamiento casero y la ayuda de su padre Rubén, Nico hizo su primer cocción. No hay recuerdos de cómo salieron esas cervezas pero lo que sí se sabe, es que marcaron el inicio de un gran camino.
Los amigos de Nico estuvimos más que felices con su hobby. Fuimos los catadores oficiales de sus prácticas cerveceras, un lujo para la época. Entre cata y cata a Nico le llega una propuesta. Cristian Boccia lo impulsó a hacer de su pasatiempo un proyecto en serio: comercializar la birra. El plan comienza a tomar forma y se suma Nico Modesto, en ese entonces futuro contador, para que se encargue de los números.
Con esta alineación de jugadores encaramos el rumbo. Cerveza Kalbermatter sería el nombre, dedicado a la mamá de Nico Vinti que bancó la parada, o mejor dicho, fue la que se armó de paciencia con todos los equipos y las birras en su patio. Los amigos hoy somos socios y cada uno comenzó a perfeccionarse en lo suyo para favorecer a la nueva empresa.
Pasaron muchos años cocinando en ollas de 50 litros, llenando botellita por botellita, estudiando y con muchos indicios a favor, en el 2013, se largan a comprar ollas de 300 litros. Éramos todos felices hasta que en el verano 2014/2015 nos llega una trágica noticia:
¨Este verano voy a poner la pileta en el patio, se van o no cocinan más por 3 meses¨
Doña Kalbermatter
Sin darnos cuenta, ese fue el puntapié que necesitábamos para salir a buscar otro lugar y comenzar a crecer. Por suerte lo encontramos y en Marzo del 2015 nos mudamos a la primer fábrica de Kalbermatter. Ya instalados, definimos los estilos que serían los caballitos de batalla de la marca:
- English Pale Ale
- Hefeweizen
- Sweet Stout
Con botellas de 330cc aparecimos en almacenes, vinotecas y vos empezabas a elegir nuestras birras. En el medio, todo sucede muy rápido. Nos damos cuenta que llegaríamos más lejos llenando un barril que armando 150 botellitas, una por una, cada vez que había que envasar. Con este nuevo objetivo planteado, compramos 8 barriles y en Enero del 2016 logramos vender el primero; el estilo elegido fue Hefeweizen y todo empezó a cambiar.
Con el boom de las cervecerías artesanales, el mercado creció a pasos agigantados. Estaba todo para hacerle frente a lo que se venía. Pero lo que vino fue una locomotora. Empezaron a abrir cada vez más bares en la ciudad que nos pedían cerveza y participamos en muchos eventos cerveceros, compramos más barriles, fermentadores y elaboramos en cada cocción más litros. El espacio en la fábrica se nos hacía más y más chico.
Antes de cumplir el año en la primer fábrica ya pensamos en mudarnos de nuevo. Nico Vinti y Ruben dejaron sus trabajos para dedicarse 100% a Kalbermatter y al poco tiempo se incorporan full time Nico Modesto y Cristian. El emprendimiento cada vez tenía más forma de empresa.
En el 2017 estábamos preparados para encarar una nueva mudanza. Nos íbamos a un lugar más grande para quedarnos por mucho más tiempo, con empleados y todo. Pero veníamos de unos años donde todo era color de rosas, la burbuja se empezó a pinchar y el rubro empezó a hacer mucha espuma. Levantabas una piedra y aparecía un bar o una fábrica nueva haciendo una IPA.
Mientras tanto la inflación se aceleraba, los bolsillos se achicaban y, embarcados en terminar de armar la nueva fábrica con todos fermentadores de acero inoxidable, el dólar empezó a dispararse y en nuestro rubro parecía impactar el doble. Como cuando brindamos en las épocas buenas también nos juntamos en las malas y empezamos a ver cómo hacerle frente a ese momento de transición. Abrimos las puertas de nuestra casa y la fábrica se convertía en Tap Room una vez al mes donde una veintena de personas disfrutaban de ella como si fuera suya.
Decidimos confiar y empezamos a trabajar con un equipo de diseño y comunicación para llegar donde antes no lo hacíamos. Junto a ellos largamos nuestras hermosas latas para, sin querer queriendo, hacerte compañía cuando no podías salir a un bar. Nos peleamos, amigamos y avanzamos. Pasamos cuarentenas, aperturas y cierres de bares.
Nuestra historia empezó en el 2007 y hace muy poco nos lavamos la cara. Decidimos hacer otro cambio importante para nosotros, para hacértela más fácil a vos. Decidimos dejar de ser Kalbermatter, para ser Kalber. Más cortito, más cercano, más simple; como nosotros. Porque queremos ser tu birra amiga, la cerveza de Rosario. Esperamos que hoy elijas seguir acompañándonos.
